Los fallos en el diagnóstico de los síntomas de un infarto de miocardio u otra
dolencia cardiovascular, así como en la interpretación de las pruebas tomadas,
son uno de los principales motivos de fallecimiento en caso de que la misma
pudiera darse.
¿Qué es exactamente un infarto de miocardio?
Para comprender la magnitud del problema es preciso definir esta dolencia. Todos estamos familiarizados con la misma, así como con las causas que la producen (edad, estrés excesivo, mala alimentación o tabaquismo) aunque en realidad existe un gran desconocimiento sobre su naturaleza.
El infarto tiene lugar cuando se produce una obstrucción en una de las arterias coronarias, ocasionando que el torrente sanguíneo llegue de forma insuficiente al corazón y dando lugar en último término a daños en la zona del miocardio.
El Infarto es la principal causa de fallecimiento en el mundo, tanto en hombres como en mujeres. Es la urgencia médica por definición y requiere, por tanto, de atención médica inmediata. Las demoras son fatales y se cobran miles de vidas al año.
Fallos en el diagnóstico o en la interpretación de las pruebas
Imaginemos el siguiente caso: Luisa comenzó a sentir un dolor agudo en su pecho, por lo que decidió acudir a urgencias. Cuando llegó estaba sudando, y ese dolor intenso subía y discurría hasta su brazo.
Este escenario es el típico de un ataque al corazón, y ningún doctor (y casi ninguna persona) tendría problemas a la hora de advertirlo así.
El problema hubiera surgido si los síntomas de Luisa no hubieran respondido al cuadro típico en caso de infarto. En este contexto, el doctor podría no haberlos interpretado correctamente (en muchos casos ello ocurre debido a la falta de atención que ocasionan las excesivas prisas y saturación de los Servicios Sanitarios).
Otras veces lo que sucede es que al paciente se le practican pruebas (por ejemplo, electrocardiogramas),interpretando el doctor éstas de forma errónea, creyendo entonces que todo está bien, cuando en realidad éste se encuentra en situación de grave peligro.
En muchos casos como los descritos, el que sufrió el infarto acaba teniendo que volver a su domicilio ante una afirmación del Doctor basada en su diagnóstico equivocado, o en la lectura errónea de las pruebas médicas; de tal forma que para cuando los síntomas se agudizan es demasiado tarde, falleciendo éste horas o días más tarde.
Factores a considerar en estos casos para determinar si existió negligencia
Existen diversos elementos a evaluar para determinar si hubo o no actuación u omisión (esto es, falta de actuación) negligente por parte del facultativo médico en caso de infarto de miocardio.
1. En primer lugar, habría
de evaluarse la respuesta previa del médico. ¿Cómo se comportó
cuando el paciente llegó? ¿Presentaba síntomas evidentes de haber sufrido un
ataque al corazón? ¿Qué pruebas realizó?
2. Una vez comprobado
habría que verificar, si hubiera diagnosticado correctamente, el tipo
de tratamiento que se le proporcionó, por ejemplo con la
colocación de un “stent” o muelle que ensanche en la arteria coronaria,
permitiendo el paso de la sangre.
¿Te han puesto una pastilla de nitroglicerina debajo de la
lengua para ayudar al torrente sanguíneo a circular más cómodamente, reduciendo
así el dolor?
3. En las condiciones
en las que llevó a cabo la intervención quirúrgica, si la hubo,
¿Era esperable que el paciente se recuperaría o presentaba
ya especiales complicaciones debido
al retraso en su tratamiento?
Todos estos puntos deberían ser evaluados a la hora de determinar la existencia de Negligencia
médica en el caso de un infarto de miocardio mal detectado o tratado.
Este tipo de casos presentan gran complejidad, por lo que a la hora de presentar una reclamación frente al médico o el centro hospitalario que te atendió, sería conveniente que contaras con la asistencia de un Abogado especialista.
Él podrá asesorarte sobre tus
posibilidades, así como sobre los pasos a seguir en todo el
proceso.
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